Somos una pareja a mediados de los 30 s, y este fue nuestro primer viaje a Baja California. Tuvimos un rato fantástico. Alojarse en Las Palmas Tropicales fue clave. Wendy, Bobby y sus hijos son adorables, son amables y no tienen problema en tomarse el tiempo para ayudarlos. Incluso antes de que llegáramos, Wendy tuvo la amabilidad de responder un montón de preguntas por correo electrónico. Una vez que llegamos ella también nos escribió una gran lista de lugares para comer, y dónde tomar un buen café, y su hijo fue lo suficientemente amable como para darnos instrucciones de cómo llegar a la playa donde iba a aprender a surfear. También nos remitió a Carlos en la tienda TS Surf para hacer un viaje de buceo, y esa también fue una experiencia excelente. La ubicación es en una hermosa playa aislada. La primera noche que llegamos, pudimos ver ballenas violando desde nuestra habitación! La playa es preciosa para dar largos paseos, observar ballenas y leer un libro; no tan bueno para nadar, aunque había surfistas en el agua. Pasamos los primeros días desperdiciando la vida de la ciudad, simplemente descansando en esta playa y sumergiéndonos en las aguas poco profundas. Para una playa de natación, Cerritos se encuentra a solo 15 minutos en auto, más corto si tiene un automóvil destinado a conducir por caminos de tierra. Alquilamos un pequeño Jetta y condujimos lentamente por la tierra (todas las playas están fuera de los caminos de tierra de la carretera). Por la noche todo estaba tranquilo, y nos quedamos dormidos ante el hipnótico martilleo de las olas. Por la mañana, el sonido de una suave campana nos saludaría desde el cuello de una cabra al lado. Valoramos mucho tener una cocina sencilla, ya que nos gustaba prepararnos el desayuno y el almuerzo, y calentar las sobras. El Wi-Fi funcionó muy bien, incluso pudimos transmitir películas en Netflix desde nuestro portátil. Se sentía como la escapada perfecta y aislada. Nos encantó la opción de paz y tranquilidad, a la vez que estábamos cerca de una pequeña ciudad divertida y de muchas playas. Nos relajamos en la playa y comimos las sobras, o subimos al auto y manejamos los 15 minutos hasta Todos Santos para cenar. Justo al final de la calle era una gran tienda para comprar fresas, otros productos frescos, además de productos horneados y café. Las Palmas Tropicales es realmente especial. ¡Esperamos volver a alojarnos en el futuro!…