La pensión en sí, está bien, es limpia, tiene muy buena atención, por parte de sus empleados (sobre todo Chelo, que en 10 minutos me aconsejó todo lo que tenía que ver, las playas a las que ir y los sitios en los que comer) y está situada en un sitio inmejorable... Lo malo, que por lo menos, en el tercer piso el wifi no iba bien, la mayoría de veces se desconectaba, y cuando iba, era lentísimo. Después los turistas que estaban alojados allí cuando fui yo, llegaban de madrugada a gritos y chocando con todo, por lo que me fue imposible dormir. A lo mejor coincidió esos días, tampoco creo que siempre sea así. Y la ducha, por lo menos en mi habitación (doble con baño privado), era muy pequeña, no te podías ni girar. En resumen, si vais de marcha con unos amigos es perfecta, si vais a pasar unos días de relax, mejor un hotel. …