Dimos con Casa Mejillón luego de una búsqueda por internet para buscar una posada sencilla, tranquila y agradable donde pasar una noche y escaparnos de la usual rutina. Por varios motivos pospusimos este plan, pero surgió a la vez la idea de celebrar nuestro matrimonio luego de un año de instalados en la Isla. Creo que un mes logramos conversar y cuadrar detalles con los dueños de Casa Mejillón para organizar un pequeño evento durante la tarde-noche para apenas 30 personas. Nos agradó el sitio cuando lo vimos por este website, pero una vez que lo visitamos y conocimos a sus dueños y personal, decidimos que sería el sitio ideal para ese evento.
Las fotos que encontrarán acá no harán juicio a lo bonita que es esta Posada. Las instalaciones están muy bien cuidadas, la decoración es impecable y la atención inigualable. No hubo necesidad de decorar el sitio para la boda, ya que el encanto de la posada es más que suficiente. Niels y Pilar se encargaron de organizar todo para la boda y recepción, y mejor no pudo serlo. La comida: excelente, de la mejor que pueden comer en la Isla. Nuevamente, la atención fue inigualable: Tanto los dueños como el resto del personal son personas profesionales, agradables y muy cálidas. Las habitaciones son muy cómodas, con acabados muy agradables y perfectos para un merecido descanso. Lo mejor: los atardeceres que se pueden disfrutar desde Casa Mejillón y estar a muy pocos metros de la costa.
Quedamos muy satisfechos de haber realizado nuestra boda/recepción allí y de pasar una noche de descanso. Todos los invitados, luego de la boda, hicieron saber su agrado por las atenciones recibidas en la posada, todo esto posible nuevamente gracias a sus dueños y personal. Eternamente agradecidos por permitirnos celebrar nuestra boda en sus instalaciones y habernos brindado de la mejor atención que un navegado puede recibir en la Isla de Margarita.