Excelente! Es la segunda vez que nos alojamos en este hotel y nos encanta! No solo por el hecho de estar en una antigüa abadía, rodeada de jardines maravillosos, sino también por el confort de sus habitaciones, el abundante desayuno, los magníficos salones y el agradable comedor vidriado donde se pueden degustar variados y delicados platos. Sin hablar de los Medieval Banquets, de los que eramos asiduos comensales en los años que vivimos en Rugby.
Este año notamos como han agrandado la locación, construyendo otro edificio del mismo estilo antigüo, pero con todas las comodidades modernas. Además, visitamos diversos salones que se destinan a fiestas y donde toda la ambientación nos traslada a épocas remotas. Otra de las cosas que hacen más agradable la estadía es escuchar una música preciosa en todo el lugar.