Si es el nº 14 de los restaurantes de Amesterdam tengo que volver a probar al menos algunos de los 10 primeros.
El local en si me pareció muy confortable con adecuada separación de mesas y luz suficiente, aunque intentarà sugerir una cena a la luz de las estrellas. El paramento impecable. El exterior es irrelevante però siempre es un plus la altura y las vistas.
La comida , es lo principal, de gran clase, salvo el atun muy plano sin sorpresas y la costlla de cordero (el resto del cordero muy bueno), todos los platos de gran nivel, con algunas cimas excelentes, las vieiras con ostras, el salmonete y el postre (panacotta con frutas del bosque y un coctel de mango y champange).
El maridaje de vinos muy adecuado con un viogner excelso y un tinto fantástico.
El servicio perfecto, muy atento y correcto (a veces excesivamente germánico) con un sommelier poco inteligible y excesivamente académico y burocrático, pero competente.
El precio previsible para el nivel , pero claramente por encima de lo señalado en las referencias. Está en sintonía pero es mucho mayor de lo que se anuncia.
Vale la pena