La implementación del Mundo Mágico de Harry Potter es absolutamente increíble pues combinó la creatividad de los Estudios Universal con la tecnología super avanzada de los japonese logrando hacer realidad la magia de los libros.
Es de llamar la atención que esta sección del Parque tiene sólo 2 atracciones gratuitas y todo lo demás son tiendas de souvenirs y restaurantes. Es por ello que mi presupuesto para Osaka era el mayor de todo mi viaje.
En la entrada al Mundo Mágico de Harry Potter encuentras el auto volador, golpeado por el Sauce Boxeador y el Expresso de Howarts, en el que te puedes tomar una foto con el maquinista.
HOGSMEADE
En Hogsmeade puedes entrar a las tiendas, ver todo y tomar fotos en forma gratuita y sin que nada ni nadie te lo impida, pero claro, cualquier cosa que quieras llevar o consumir se paga.
En el pintoresco pueblo de Hogsmade podrás comer, beber cerveza de mantequilla o jugo de calabaza y adquirir todo el equipo de mago para estudiar en Howarts, desde la Varita Mágica, la lechuza, el libro monstruo, la escoba, la snitch, el sombrero seleccionador, el giraltiempo, el uniforme que consta de capa, corbata, chaleco, el en fin, todos y cada uno de los objetos que se ven en las películas de Harry Potter están a la venta en las tiendas:
Las Bromas de Zonkos (No estaba abierta en la inauguración)
Los Dulces de Honeydukes
La Lechucería
Los objetos prohibidos de Dervish y Banges (No estaba abierta en la inauguración)
La Moda lucida en el Baile y los uniformes del Colegio en Gladrags Wizardwear
El Equipo de Mago de Wiseacres
Las Varitas Mágicas de Olivander
En la entrada de los Restaurantes encontrarás un “Se Busca” de Sirius Black que realmente se mueve, como en la película. Los restaurantes son:
Las Tres Escobas
Cabeza de Puerco
CASTILLO DE HOWARTS.
Al girar en la esquina de Olivander aparece ante nuestros ojos el Castillo de Howarts, erigiéndose sobre el lago de manera imponente!! Wooowww tienes que tomarte una foto en ese lugar!!
En el castillo de Howarts casi todo es gratuito, salvo el Emporio de Filch.
Antes de llegar al Castillo pasas por un templete en el que se presentan las Veelas de Francia con los Cosacos y también el coro de sapos.
EL VIAJE PROHIBIDO
Dentro del Castillo de Howarts se encuentra la montaña rusa más increíble que puedas imaginar, el efecto que logra el entorno, realmente te hace creer que estás volando en escoba y que Harry te está diciendo “ven, sígueme”, esquivas dementores, recorres la cámara secreta, burlas al basilisco, huyes de las arañas mientras ellas te echan veneno en la cara, en fin, es lo más genial que puedas imaginar.
Para poder hacer el Viaje Prohibido haces una fila muy larga que se interna en el Castillo de Howarts, comenzando por el invernadero de la Profesora Sprout, pasas por El Emporio de Objetos Confiscados de Filch, los cuales en realidad son souvenirs que están a la venta.
En las paredes ves los cuadros que se mueven, hablan y se responden unos a otros (en japonés) pasas por la oficina de Dumbledore donde está el pensadero, el fénix, el sombrero seleccionador que te dice cosas (en japonés) y encuentras muchos artilugios raros, en todo el camino.
Por lo tanto, aunque la fila pueda ser larguísima, No importa que te tardes hasta 2 horas, porque todo el camino vas disfrutando del diseño interior del Castillo de Howarts.
EL BOSQUE DE HAGRID
En el Bosque Prohibido encontramos el Vuelo del Hipogrifo, para poder subir al juego es necesario hacer una fila al intemperie, en la cual se observa la Cabaña de Hagrid, con su moto en la que rescataron a “Los 7 Harrys” las calabazas que se “sacrificaron” en lugar del hipogrifo, Flofy, el perro de las 3 cabezas.
Es de llamar la atención que para lograr el escenario británico de las películas fueron trasplantados árboles y pinos altos y delgados propios de Inglaterra, pues la vegetación de Japón es de otra naturaleza; además, los objetos que forman parte del entorno muestran señas del paso del tiempo ¡y apenas es la inauguración!
Si decides hacer el vuelo del Hipogrifo procura hacer fila muy temprano en la mañana, cuando esté nublado o al atardecer, porque el golpe del sol durante tantos y tantos minutos u horas, es agobiante