Pasamos dos noches en Kusisa, es un hotel sencillo, con pocas habitaciones, cuenta con lo necesario para dormir y ducharse. El baño es comodo pero las habitaciones son pequeñas. El desayuno es basico: medialunas y pancitos con cafe con leche. En relacion a su precio-calidad esta perfecto.
La ubicacion es muy buena, cerca de la plaza principal y de varios restaurants.
Lo unico que fue un poco molesto, pero esto es ajeno al hotel, fueron las campanadas del convento de San Bernardo, que esta a una cuadra y cerca de las 6 de la mañana suenan durante 15 minutos. Insoportables!
La atencion del personal es excelente. Lo recomiendo.