Estuvimos comiendo hoy allí, de paso por Chaves. Es una bodega típica en una calle de bares. Cuando entramos, estaba llena, casi todo turistas, pocos locales y al poco nos acomodaron en una mesa que quedaba libre. Desde ahí hasta que nos recogieron la mesa y nos tomaron nota, más de media hora, y otros veinte minutos hasta que nos sirvieron. Los precios de las raciones no son demasiado caros pero las mismas son muy pequeñas. Al final, sumando el pan, el agua (caliente, ni siquiera preguntaron si la queríamos fría) y tres raciones para dos personas (con las que no nos quedamos con demasiada hambre pero tampoco sobrados) el precio fue de 17 euros para dos personas, un precio aceptable en España, pero caro (viendo cantidad y calidad, en Portugal). En la mesa de nuestro lado, unos portugueses se quejaban de lo que tardaban y el trato de los camareros fue bastante poco apropiado. Para colmo, se equivocaron en la cuenta (no sé si pensar que fue despiste) e intentaron cobrarnos una chuleta de cerdo como entrecot de ternera. Al final, rectificaron, pero tocó insistir. No puedo opinar respecto otros sitios de Chaves, por que no tuve ocasión de ver más, pero, conociendo el nivel en general en el norte de Portugal, no lo recomendaría en absoluto.