La habitación era muy tranquila y limpia. Las camas eran cómodas y las almohadas muy mullidas. A pesar de estar lleno hasta los topes, nunca llegué a oír a ningún cliente. Tuvimos que marcharnos del hotel a las tres y media de la mañana para ir al aeropuerto pero no fue óbice para prepararnos el desayuno incluido en el precio. Si hubiera sabido que estaba preparado me habría aprovechado, además eché un vistazo y pude advertir que tenían un buen banquete. El transporte al aeropuerto empieza a funcionar a las tres de la mañana. Hay un par de restaurantes cerca del hotel. Recomendaría este alojamiento aunque si necesitas que te llamen pronto por la mañana, no olvides decírselo cuando te registres porque intenté llamar al personal de recepción varias veces y no me contestaron, me dejaron en espera y luego colgaban.