El hotel está en zona de oficinas, pero a 5 minutos de la South Station (por si llegás en tren o en avión -hay una línea, la Silver Line (hasta ahora gratis) que va desde el aeropuerto hasta la South Station. También a 5 minutos del Fanehuil Hall-Quincy Market o del parque Boston Common y a dos/tres cuadras de varias estaciones de subtes. La habitación estandar es mas bien pequeña igual que la ventana, pero quien quiere pasarla todo el tiempo ahí con todo lo que hay para ver y recorrer!!!. Tiene todo lo necesario: TV LCD con conectores, wi-fi gratis en la habitación, cafetera, baño con duchador (buena opción para quienes están acostumbrados al uso del bidet), cama muy comfortable, escritorio amplio y cómodo.
En todos los pisos, sobre el corredor, hay un lugar con botellas vacias y un dispenser de agua para servirse cuantas veces sea necesario. Si bien no tiene desayuno, detrás del ingreso al hotel (que es bien pequeño) hay un salón amplio con sillones y café/te de cortesía todo el día, junto con barras de cereal, frutas, confites de chocolate, etc. (según la hora del día algunas cosas van cambiando). La atención en el check-in fue muy buena, justo la recepcionista hablaba castellano así que nos dió algunas indicaciones y también un mapa. El check out se hace en forma de auto servicio y es bastante rápido.
Para utilizar el ascensor a tu cuarto, se debe ingresar previamente la tarjeta de la habitación en un lector que se encuentra en el tablero de los números de cada piso.
Al lado, y conectado con el hotel, hay un resto-bar muy bueno, con onda, donde se ve que la gente que sale de trabajar y se reúne para tomar algo o comer y ver partidos -ya que tiene una pantalla gigante- y cargando la cuenta a la habitación del hotel, tenés un 10% de descuento.
A la noche, al estar en zona de oficinas, hay poco movimiento. Pero también pocos ruidos.
Sin dudas volvería si la tarifa es razonable.