Estuve con mi pareja en el hotel y la verdad fue una grata sorpresa pues nunca habíamos estado en tamariu. La habitación muy cómoda y limpia, con una terraza que mira al jardín que para mi es lo mejor de la habitación. Tienen también un solárium que aunque no lo usamos, tenía muy buena pinta. Los desayunos son hasta tarde así que pudimos dormir un poco más. Lo único que no me gusto fue el servicio en el bar, habían 2 chicos y un señor y 2 veces nos tuvimos que parar a pedir que nos atendieran porque estaban más a por el fútbol que por nosotros a demás habían mesas sin limpiar y la verdad no éramos tantos en el restaurante. Si mejoraran ese detalle, creo que los clientes los agradecerán. Sin embargo volveremos y lo recomiendo, es el perfecto sitio para desconectar. Más
- Wi-Fi gratis
- Playa
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