Mal, malo y de malas!!!
Primero mucha perdida de tiempo para subir y zarpar; después éso de hacer una segunda parada en el malecón y esperar a que vaya y venga la lancha por la gente solo resta más tiempo pues terminas perdiendo más de 2 horas.
Pero éso es lo de menos; cuando quieres acomodarte como quieres (dentro de los espacios establecidos) y el personal "Don Gato" a fuerza y de malas quiere obligarte a algo que no quieres puesto que no afectas a nadie; el desayuno es pobre y nada que ver con lo que te prometen; después por el poco tiempo, te ponen a elegir entre Quimixto y las ánimas, y su pésima logística y nuevamente el personal, prácticamente te forzan para que te quedes en las ánimas y así ahorrarse el viaje a Quimixto, y con su pésima logística y cuantificación de visitantes ni siquiera saben bien quienes están, faltan por saber el destino a elegir; en Quimixto mal y de malas (nuevamente) te dicen que te apures, que debes seguirle el paso y que no te pueden estar esperando, con mala cara y así; al regreso la animación es mala, carente de creatividad y dinámicas que puedan disminuir el mal sabor de boca, haciendo indirectas de que algunos no le habían caído bien y por eso no los hacía participar, y si el cliente contestaba algo el animador más de darle la vuelta contestaba en plan de discutir (falta de servicio al cliente).
Fuimos varios los que externamos la molestia directo con los trabajadores de sus malos tratos y contestaciones, en las diversas situaciones; en el restaurante de la playa, las bebidas son muy caras, los meseros no quieren tomar tu orden, más que llevarte la bebida, no te pelan, te hacen esperar mucho y para colmo tienen el descaro de agregarte la propina en la cuenta, cuando el servicio es malísimo.
Según decían que era mejor que Beach Boy, no quiero pensar en negativo; pero honestamente estuvimos muy decepcionados.
Ah y pésimas medidas de sanidad, ya que no portan cubrebocas para servir alimentos, bebidas y en el servicio!!!