Quizás si eres libanés y conoces su obra y sobre todo su personalidad y vida, el museo pueda resultarte interesante. Quizás. Porque si no, es una pérdida de tiempo que sirve para hacer una parada camino de los Cedros de Dios y seguramente alargar un poco las excursiones y darles más contenido, ya que están a unas 2,30h de Beirut. El edificio no tiene valor alguno y la obra sería discutible. Seguramente su valor se deba más al propio personaje.

Se trata de un museo de un pintor y poeta libanés, la verdad es que yo no había oído hablar de él, pero el museo me ha resultado muy interesante, y después de ir, tengo ganas de leer alguna de sus obras. El museo está organizado en varias salas donde se pueden ver sus cuadros y algunos elementos suyos (cartas, maletín, libros...) que están dispuestas en las diferentes habitaciones de la “casa”. Sin duda un lugar peculiar. La entrada cuesta 8000 lbp (aunque se puede pagar también en dólares. Tienen para tarjeta, pero el día de nuestra visita no le funcionaba). Dentro del museo no se pueden tomar fotografías.