Tuvimos un día épico en el agua con Jason de Mal País. Cuando tomo un chárter, mi primera prioridad es garantizar la seguridad; en segundo lugar, asegurarse de que la embarcación y el equipo de pesca sean de alta calidad, y en tercer lugar, contar con un capitán y una tripulación bien informados y experimentados que sepan qué está picando, dónde, y que nos ayuden a pescar. Jason (y Sergio como equipo) marcaron cada casilla. Trabajaron duro para conseguirnos pescado. Cubrimos una gran área de agua, detectaron activamente objetos flotantes y pájaros y nos llevaron a ellos para ver qué había debajo. Jason obviamente aporta muchos años de experiencia y conocimientos locales. En la mañana estaban volando - alineando una manada de delfines giradores con aletas amarillas sentados debajo y trajeron seis atunes de 35 a 40 libras. Todos en conexiones dobles con mi hijo y yo tambaleándolos al mismo tiempo. Fue increíble (también es genial ver a los delfines con sus acrobacias). Con más de 200 libras de atún a bordo, sabíamos que teníamos más de lo que podíamos comer en el viaje, así que recurrimos a los marlines. Jason utilizó el agua, la radio y su experiencia para tratar de hacernos llegar a algo. Tomó un tiempo, pero conseguimos que mi hijo subiera a un pez vela con saltos completos fuera del agua y todo. Fue un viaje de tu vida. Tocamos nuestra música en el cómodo bote sombreado. El barco corre como un campeón; suave y rápido. Tenían fruta, agua, cerveza y refrescos para nosotros. Es pesca, por lo que no hay forma de garantizar la captura de peces; pero lo que puede hacer es asegurarse de organizar todo lo que esté a su alcance, desde el barco, el capitán y el equipo, hasta el lugar y la época del año, para maximizar sus posibilidades de éxito. Hacer un viaje con Jason te coloca en la mejor posición para pescar. Gran cebo, señuelos brillantes y frescos bien posicionados en el agua, capitán y tripulación inteligentes y experimentados, bote rápido. No podría pedir más. También es súper hermoso estar en el agua 20 millas mirando hacia atrás a la selva tropical que desciende hasta la orilla del agua, aves marinas y mares en calma. Terminamos regalando ahi fresco a todos los que conocimos (ama de llaves y guardia de entrada en el condominio renal, anfitrión, gente en el astillero de Mal País...), ¡y eso también fue divertido!