Desde afuera del museo se puede ver que las instalaciones son gigantes. La exhibición principal me dejó impresionada por la organización y la calidad de la muestra. Está todo muy bien mantenido y las instalaciones perfectamente cuidadas. La información está excelentemente distribuida a lo largo de los distintos pabellones, y la cuestión interactiva hace más interesante el recorrido. El uso de las tecnologías está muy bien empleado. Disfruté mucho la visita y lo recomiendo para aquellos que quieran saber más de la historia de la comunidad afroamericana, porque la verdad es que es muy completo el museo.

Vine aquí como un viaje de campo con un montón de estudiantes universitarios, y todos pasamos más de una hora promedio (aproximadamente 3 horas) en la exposición permanente. ¡Tanta información y tantos videos para ver! Cada sala se transforma en otro período de tiempo, de una manera que aún no he visto encapsular a otros museos. Los sonidos y ocasionales guías electrónicas también son útiles para hacer la experiencia más holística. Se asegura de centrarse en Detroit varias veces a lo largo de la exposición, que también disfruté. En general, recomiendo encarecidamente! Los únicos problemas eran fallos tecnológicos ocasionales, y a veces las señales de audio de la competencia eran un poco abrumadoras (por ejemplo: el audio de una exposición se escucha en otras salas)