Visitamos este lugar hace unos días. Pudimos observar muchas antigüedades en malas condiciones y cuando preguntamos por los precios de alguna que otra cosa que quiza nos hubiera gustado comprar, nos quedamos con la boca abierta. No es caro: es carísimo!!!!! Y repito las cosas no las restauran. La mayoría de ellas no están en buenas condiciones como para pagar los precios excesivos a los que las venden. Por lo que sólo recomiendo este lugar para conocerlo, pero no para comprar.

Desde que cruzas la puerta entras en otro mundo, cada área de la casa tiene características propias, me encantó la cocina donde pueden en encontrar antigüedades de diferentes épocas, la atención fue muy buena por parte de la chava que nos atendió, porque además de contarnos las características de cada objeto también nos recomendó lugares para visitar en la ciudad y a sus alrededores, si valoras la historia te darás cuenta de que los precios son accesibles. Definitivamente es un lugar que no se pueden perder! Aquí dejo algunas fotos 😀