Es una feria de las tantas que existen con artesanias que se consiguen en cualquier lugar. Lo bueno de este lugar es que hay muchisimas cosas reunidas en un solo lugar (aunque se repiten bastante), el precio si bien es como en cualquier lugar, se puede bajar bastante regateando y más aún si se compra en cantidad. Lo malo es que no se puede recorrer tranquilo porque todo el tiempo te estan ofreciendo y eso hace que uno no pueda elegir tranquilamente o mirar simplemente sin comprar.Es un lugar donde está la gente del lugar ofreciendo lo que tiene para vender (nada de artesanias propias). Igualmente me gustó para un recorrido de una tarde en Cancún.