Estuvimos allí la semana pasada y entramos. Allí conocimos a Javi (el dueño, madrileño como nosotros) y es un absoluto encanto de tío. Estuvimos hablando durante un par de horas y fue genial...los camareros muy agradables y guapos y la música pop internacional, muy animada. Un gran descubrimiento en la ciudad!!