Una experiencia mágica para coronar nuestra estancia en Luxor.
Aunque cueste madrugar, el espectáculo de ver hinchándose los globos y despegar para disfrutar del amanecer sobre Luxor y los templos de la orilla oeste no tiene precio.
Un momento de paz, flotando en el aire y admirando el paisaje de los campos al borde del desierto, sentirse seguro con la maestría del piloto para llevarnos a casi 800m de altura y también sobrevolar a pocos metros encimas de los campos de caña de azúcar.
Un servicio impecable, buena calidad/precio, totalmente recomendable.