Un auténtico circo donde no respetan en absoluto al animal, te llevan en unas barcazas hasta el punto donde están las tortugas, los lugareños son los que tienen el negocio montado allí y todas las empresas son las que les pagan un porcentaje por llevar turistas al punto de buceo, que por cierto, está como a 50 m de la orilla. Llegas y en nuestro caso el guía de la empresa que contratamos nos explica muy bien que no se deben tocar ni agobiar a las tortugas, cosas que me gusto pues parecía que respetaban bastante. Al llegar allí fue horrible, 3 barcazas , dos de ellas con extranjeros persiguiendo, tocando y atosigando a las tortugas, pero la peor fue la tercera, donde los mismos lugareños se tiraban encima de las tortugas, gritando, chapoteando, gente que con miedo y ansiedad se tiraba al agua y formaba un escándalo brutal. Barcazas que llegaban con más gente y casi te pasaban por encima. En fin un auténtico caos, que lo único que si es verdad es que ves las tortugas 100 por 100 y pasan muy cerquita, pero no te equivoques , dudo que les guste el espectáculo lamentable que ofrecen los humanos, solo están allí porque las alimentan constantemente para que se acerquen, son animales increíbles que la pena es q nadie allí las respeta correctamente. Si quieres vivir una interacción bonita y respetuosa con el animal este no es el lugar, de aquí sales alterado completamente y en mi caso, con enfado, por ver cómo los turistas pasan completamente de las indicaciones del guia y no paran de tocar y atosigar a las tortugas y nadie hace nada.