Nuestra suite de 1 dormitorio era enorme, más grande de lo esperado según las fotos, y estaba impecablemente limpia, al igual que toda la propiedad. Parece que limpian todo el lugar todos los días. Todos los miembros del personal con los que nos encontramos fueron amables y cariñosos, y sus protocolos de COVID son estrictos (nunca vi a un miembro del personal quitarse la máscara, incluso afuera). Obtener una prueba de COVID, que necesitábamos para nuestro vuelo de regreso a los EE. UU., fue muy fácil para hacer en el sitio. Teníamos el paquete todo incluido y terminamos dejando la propiedad menos de lo que esperábamos porque todo fue tan perfecto y relajante. También fue un gran valor.
Nuestro grupo fue un viaje de chicas de 4 días y 7 personas, y aunque era la temporada de vacaciones de primavera, éramos el grupo más grande y escandaloso que encontré en la propiedad. La mayoría de la clientela eran parejas y grupos familiares que estaban en el lado suave. Llegar al área del centro de la ciudad fue fácil (6 a 8 minutos en taxi), pero fue agradable estar un poco alejado de la escena del bar allí, que era ruidoso y generalmente joven estudiante universitario, envejecido. La piscina y el bar en la piscina eran lugares encantadores para relajarse, y en la primera parte del día disfrutamos especialmente de la playa, que era de muy fácil acceso (a menos de 5 minutos a pie de mi habitación) y tenía comida y bebida junto a la playa. servicio que era tan bueno como el resto de la propiedad. Los 2 resorts hermanos fueron realmente de fácil acceso (2 minutos a pie) y tienen muchos más restaurantes que también están incluidos en el plan todo incluido, además de una tienda de conveniencia y una tienda de tamaño decente.
Estoy seguro de que echo de menos a algunas de las personas que hicieron que nuestra estancia fuera tan agradable, pero un agradecimiento especial a Axel y Luz por la lujosa cena privada al atardecer en la playa que organizamos a través del hotel, a Alejandro y Diego por su atención junto a la playa. servicio, a Adair por mantener la comida y las bebidas junto a la piscina, a José Luis, Fredy, Adrián y Anais en el restaurante Casona y el desayuno buffet por su cálido y cariñoso servicio todos los días, a Carlos, el adorable mesero en nuestro restaurante de leña cena de pizza en Bella California, quien nos habló de su amor por Migos y Black Sabbath, a nuestro encantador botones Ulises, y al encantador Oliver, que nos registró. En conjunto, brindaron el mejor servicio que he tenido. . . ¡en cualquier sitio!
Con ganas de volver pronto.
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