Descubre por qué tantos viajeros ven Mercure Auxerre como el hotel ideal cuando visitan Appoigny. Además de aportar la combinación ideal de calidad, comodidad y ubicación, ofrece una amplia variedad de servicios diseñados para viajeros como tú.
Para que te sientas como en casa, las habitaciones en el hotel incluyen televisor de pantalla plana y aire acondicionado, y mantenerte conectado es fácil, ya que hay wifi gratuito disponible.
Los huéspedes tienen acceso a recepción abierta 24 horas, conserje y servicio de habitaciones durante su estancia en Mercure Auxerre. Además, Mercure Auxerre ofrece piscina y bar, lo que hará tu viaje a Appoigny incluso más gratificante. Y otra ventaja es que hay parking gratis disponible para los huéspedes.
Durante tu visita, no dejes de ir a uno de los restaurantes de comida francesa de Appoigny como Mercure Auxerre Nord, Creperie Les 3 Actes y Le Marais, que se encuentran cerca de Mercure Auxerre.
Para Mercure Auxerre tu comodidad y satisfacción son lo primero, y están deseando darte la bienvenida a Appoigny.
Espléndido y fantástico con el aire libre puro pureza sol piscina elegancia y la piscina con aguas cristalinas higiene limpieza hermoso hotel y belleza con shorts polera deportiva para hacer deporte natación y caminata gimnasia y disfrutar de la comida el desayuno almuerzo y cena higiénica y la naturaleza la habitación amplio con baño privado higiénico mucha atención coordialidad del hotel y pasarla muy bien en pareja y familia siempre vivir la vida con mucha alegría y felicidad
El hotel me ha gustado. Resultó una agradable sorpresa. Es algo diferente de otros Mercure en los que me he alojado. La primera sorpresa es que está varios kilómetros alejado del centro de Auxerre, en una zona de campo, junto a una carretera de doble carril. En esa ubicación no parece que pueda resultar interesante. Sin embargo, está aislado de la circulación por una barrera de árboles muy efectiva, dando la sensación de encontrarse en un lugar diferente. La segunda sorpresa se produce al comprobar que el hotel, que tiene bastantes habitaciones, no se extiende de forma vertical en varios pisos, sino que lo hace de manera horizontal, con un máximo de dos alturas en toda su extensión rodeando prácticamente una piscina y un pequeño jardín. La tercera sorpresa es la propia piscina al aire libre. Además el restaurante, con ventanales hacia esa zona de piscina y jardín, incluso con mesas en el exterior, resulta muy elegante y tranquilo. Muy apetecible con buen tiempo. La recepción es amplia y el personal amable. Mi habitación, la 518, se encuentra alejada de recepción, aunque cabe la posibilidad de aparcar el vehículo en el exterior justo a su altura, pudiendo acceder a ella también desde la terraza exterior. La estancia es normal, en el estandar de Mercure. Limpio y correcto, con pequeña televisión HD, escasa cobertura wifi (gratuito) desde el interior, y como elemento típico con el inodoro separado de la ducha y el resto del baño. La calidad del sueño no demasiado buena para quienes tenemos una espalda sensible, pero normal por lo demás. Como es habitual en Francia, destaca la poca luz artificial que acaba siendo un problema para los que trabajamos en la habitación. El desayuno me gustó. Es el habitual también en la cadena Mercure. Quizá destacan una mayor selección de quesos y un zumo, que sin ser natural, es de muy buen sabor. Además, como ya indicaba, la sala es muy luminosa y bonita con las vistas al exterior. Especialmente simpática la camarera a cargo. También es destacable el restaurante por la calidad de la comida. Excelente presentación y servicio, a pesar de que en mi caso me comí un plato ajeno servido por error. Buena gastronomía, aunque con precio en consonancia. Para mi excesivo. En recepción existe un ordenador con impresora que a mi me resultó muy útil. Gran acierto!! Definitivamente, muy buena opción para descansar.…
Solo pasamos una noche pues estábamos de ruta, pero nos pareció muy correcto. Muy bonito, limpio y habitaciones peculiares. El desayuno correcto, y una piscina rodeada de una muy ámplia zona de césped bien cuidadas. El aparcamiento junto al coche y Auxerre a unos 6 km. (una ciudad muy bonita que pudimos visitar por unas horas). La señal wifi muy débil. No hablan castellano.
Es un auténtico Motel a la americana, sólo que allí costaría la mitad. Y en España no pasaría de 3 estrellas. Mais, ça c'est la France! Si llegas tarde hay que cenar aquí a la fuerza, aunque no se cena mal. En el baño, tanto la ducha como el secador son buenos. La cama es rara pero se duerme bien.
Reservamos 2 habitaciones familiares de 5. Las habitaciones estaban situadas al lado de la otra, pero no se comunican. Restaurante fabuloso. Las habitaciones eran ruidosas y el acondicionador de aire no funciona en una habitación. Relación calidad-precio está bien. Las habitaciones estándar no mercure y necesitan reformas.
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