Reservamos la estancia recomendados por un conocido y nuestra experiencia no fue grata. Ni el alojamiento, ni las zonas comunes, merecen otro calificativo que el de pasadas de epoca. Posiblemete a mediados del siglo pasado fuesen correctas, ahora en el SXXI de tomadura de pelo. El apartado gastronomico un desastre. No hay carta y solo un menu cuyo plato principal en nuestro caso fue un muslo de pollo mal guisado.El desayuno a tono del resto. Si ya mi experiencia fue mala si tenemos en cuenta el precio, pasa a ser pesima. No dudo de su explendor en el pasado pero ahora para dar ese servicio mejor cerrar a poca verguenza que se tenga. Creo que aqui puede pasar como en el cuento:" El emperador va desnudo " por mucho que el resto de criticas sean favorables. Fue tan desfavorable la estancia, de tomadura carisima de pelo que creo que soy generoso calificandolo con un sol.…
Fui con mi esposa y dos hijos chicos de 1 y 3 años. El hotel es semi rustico. Cuartos amplios y limpios, pero nada fuera de lo normal, sobre todo para el precio que tiene. No hay ni television, ni telefono, ni internet en el cuarto. Y aunque esto a nosotros no nos molesto, es algo que complica el servicio, puesto que uno debe ir a pedir lo que necesite personalmente. El mar, espectacular. Limpio y calmado. La playa frente a los cuartos y en el malecon, es a base de piedras, por lo que solo puedes entrar por un area pequeña con un par de metros de arena. A unos 300 metros, dentro de la propiedad, hay una playa mucho mas grande. De aqui se toman los kayaks y tambien puede uno pasar tiempo en la playa, que esta muy bonita, limpia, tranquila y transparente. El gran problema es que no hay personal para atenderte. Tienes que sacar y meter el kayak tu mismo. Si estas en la playa y se te ofrece algo no hay a quien pedirle nada. Ni siquiera un telefono para hablar a que te recojan y lleven de regreso o te den un agua fria. Este hotel era un club privado, que tuvo la necesidad de abrir al publico (previa reserva y autorizacion) por falta de miembros y cuotas para mantenerlo. Sin embargo, la atencion del personal dejo mucho que desear. Pareceria que siguen queriendo solo a miembros y no hacen mucho para que quienes no lo somos estemos realmente atendidos y nos queden ganas de regresar. Los horarios para desayuno, comida y cena eran poco flexibles, lo cual complicaba aun mas las cosas. Creo que por este precio, uno puede esperar mucho mas. Ibamos con altas expectativas y probablemente ese fue parte del problema. Lo recomiendo para parejas que gustan de la naturaleza y tranquilidad y prefieren un "self service". Los niños menores a 10 años muy probablemente terminaran aburridos. …
¡Una sorpresa este lugar! Detras de dunas, cactus y un desierto impresionantemente maravilloso podrás toparte con este hermoso y cómodo hotel. La atención por el personal es su marca distinguida, podrás toparte a los propietarios y a los empleados siempre mostrando una cálida sonrisa. Las bebida en el bar deliciosas, la comida es de un solo menu diario y cubre por mucho las expectativas. Las camas son cómodas y el mar es una deliciosa alberca donde puedes hacer kayak. Obvio regreso.
Rancho las cruces te enamora,la paz que ahí se siente,la vista,los atardeceres mas espectaculares,el lugar perfecto para conectarte contigo, con la naturaleza,con la familiar,un lugar inexplicable,no te lo puedes perder,recomendado al 100%.
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