Quedarse en el HOTEL UMBRAL, no es un simple hospedaje, es una experiencia desde el principio hasta el final. Cuenta con una excelente ubicación, un personal que te ayuda en todo, y además cuenta con un gimnasio completamente equipado, incluso con mancuernas. Es un edificio antiguo, reformado con una exquisitez sublime, respetando su origen. Sin duda se puede decir que ya tengo casa cuando regrese a Ciudad de México.
El lugar es bastante agradable, quizá la ubicación no favorece mucho por las tardes y el tráfico en la ciudad (si tu plan es moverte en uber) y si usas metro, sin problema podrás ir a tu destino. En general las instalaciones son bastante comodas, agradables y la comida es buena.
Completamente satisfecho con la atención y limpieza del hotel. La verdad que es una verdadera joya para hospedarse en CDMX. Además la remodelación que se le hizo al edificio para convertirlo en un hotel es una verdadera obra de arte.
Tiene un concepto único y diferente a cualquier hotel que hayamos conocido antes. Es moderno pero conserva lo clásico de las instalaciones que son antiguas. Excelente servicio, nos encanto la decoración, la iluminación y sobre todo el concepto que manejan de umbral.
Quiero felicitar al hotel y su terraza,es increíble,felicitar el servicio y los alimentos,mencionó aparte los tacos de setas y la hamburguesa que son excelentes, su gama de mezcales es muy buena y decir del cóctel con Jamaica delicioso,todo muy bien, sin embargo el punto amargo de todo es la exigencia de nuestro mesero Enrique que nos exigió la propina en efectivo explicando que la cuenta saldría cerrada,no nos había pasado nunca,solo tengan cuidado con esos detalles por todo lo demás estoy agradecida .
¿Es el propietario o administrador de este establecimiento? Solicite su perfil gratis para responder las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.
Solicitar su perfil