El Hotel Museo Palacio de San Agustín está ubicado en una propiedad del siglo XVII, en el actual centro histórico de la capital potosina. La mansión originalmente pertenecía a la Orden de los Agustinos. Por debajo de sus cimientos aún corren canales de agua y se dice que tiene túneles que comunican hacia los templos de San Francisco y de San San Agustín. Después de una millonaria inversión privada para su recuperación y transformación en hotel, éste es el primer alojamiento que recibe la categoría de museo, a nivel Latinoamérica, debido a que tiene una colección de más de 700 piezas decorativas, muebles y pinturas certificadas con al menos 100 años de antigüedad. Hoy cuenta con instalaciones modernas, las habitaciones son identificadas por nombre (no por número), y se ofrecen recorridos guiados por las áreas comunes y las privadas.…
Excelente atención personalizada y el lugar es en efecto un verdadero museo. Su cocina es buena y las habitaciones evocan esa forma de vivir y descansar de tiempos pasados. Es bueno y vale la pena solicitar un recorrido.
Es una joya arquitectónica. El hotel, situado estrategicamente en el centro de San Luis Potosi, vale la pena conocerlo y disfrutarlo. Cada rincón es una historia, cada ángulo es una bonita fotografía. Las habitaciones son cómodas, unas más iluminadas que otras. La nuestra era luminosa y con una terraza donde también sirven el desayuno. Tiene una capilla pequeña y muy bonita en el tercer piso, vale la pena conocerla. Para quienes buscan la experiencia, hay una habitación en uno de los sótanos a donde se llega por un túnel. La habitación es preciosa y guarda ese olor característico de cava y piedra. El hotel ofrece tours guiados para quienes quieren conocerlo. El personal es muy amable y hay todo su esfuerzo para ayudar a los huéspedes. El estacionamiento, aunque no está dentro del mismo edificio, se encuentra a unos 50 metros, y es perfectamente seguro. …
Una grata experiencia en el hotel. El personal muy atento y servicial, el recorrido guiado muy interesante, muchas gracias a todo el staff, también la comida muy rica (nunca nos cansamos de las enchiladas Potosinas). La mejor ubicación del lugar pues todo queda muy cerca. Gracias especiales a Perla, César y el señor muy atento que da el recorrido (no quiero cambiarle el nombre)!! Regresaría sin dudarlo!!
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