Lamentablemente durante mi estancia desaparecieron prendas de ropa , hice el reporte y se molestaron. Nunca me resolvieron , su respuesta solo fue en las sabanas lavadas no ha salido nada. Creo que por lo menos...
Es una muy buena opción para descansar, cerca de restaurantes con comida tradicional de la región. Cuenta con estacionamiento si se viaja con vehículo propio. Bastante céntrico. Habitaciones amplias y cómodas.
Buscabamos algo diferente para pasar nuestro ultimo dia de vacaciones y optamos por una hacienda. Este es un lugar pequeño, privado, la atencion es personalizada, te preparan alimentos al gusto. Tus bebidas puedes...
La hacienda es muy bonita, sus jardines súper bien cuidados y la alberca está deliciosa. La habitación es muy cómoda y hermosa. La atención de Iona la dueña y la de Teresa son excelentes y personalizadas. Disfruté...
Me hospedé en el hotel debido a que un familiar estuvo hospitalizado 3 días en la Clínica de Mérida, situada justo a un lado del hotel, por lo que el transporte no es un problema, se encuentra cerca del aeropuerto y...
mucha tranquilidad y buen servicio cuenta con restaurante excelente menú y buen sabor de la comida sobre todo las carnes que prepran el desayuno muy variado buen café pan tostado y una esmerada atención de los...
Fue una experiencia muy desagradable para nuestro grupo de 16 personas nuestra estancia en la Hacienda Katanchel ya que no cumplió nuestras expectativas. Katanchel no es un resort como se anuncia en su página web ni mucho menos un lugar paradisiaco, es una especie de casa de asistencia. Los dueños son una pareja, y aunque la actitud de la señora fue amable y atenta, disto mucho de la de su marido quien fue terriblemente grosero, mal educado, un patan en todos los sentidos y en todo momento y con cada uno de nosotros. Nosotros llegamos a ese lugar confiando en lo ellos anuncian en su página web además de las recomendaciones de la agencia Catherwood Travel confiando en que esto representaba algún tipo de garantía, desde un principio especificamos que viajábamos con menores de edad y que requeríamos un lugar donde las habitaciones estuvieran si no comunicadas, mínimo juntas. Resulta que llegamos y las habitaciones que son una especie de pequeñas palapas están distanciadas entre sí entre 100 y 200 metros en medio de una selva donde es común ver arañas y víboras y no nos dieron ningún tipo de facilidad para rehubicarnos por lo que tuvimos que dejar una de las 7 habitaciones que teníamos sin usar y dividirnos padres con hijos. Asi mismo, nosotros pagamos servicio extra por alimentos de todos los días y otro extra por fin de año y nos encontramos con un plan de alimentos restringidos a una sola opción ya que no existe menú, y ninguna opción, y teníamos que comer lo poco, malo y barato qué ahí se prepara, ante la situación tuvimos que ir al supermercado a comprar nosotros propios víveres y bebidas pero no bastando con eso, el dueño se atrevió a reclamarnos a gritos que “habían gastando mucho en nosotros”. La cena de fin de año por la cual nos cobraron un extra fue una cosa de locos, haciendo fila entre tiempo y tiempo, un desaste bajo un régimen de mínimos. Asi mismo, las instalaciones dejan mucho que decir, las piletas de las habitaciones están sucias, se nota que les falta mantenimiento. El staff es amable aunque no esta entrando. Si quieren pasar unos días de relax, definitivamente este No es el lugar, así mismo, tampoco recomiendo Catherwood Travel a quienes responsabilizó por habernos dado durante nuestro viaje un mal servicio. …
¿Es el propietario o administrador de este establecimiento? Solicite su perfil gratis para responder las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.
Solicitar su perfil