Ingresamos el 1 de mayo, teniamos mejor opinión pues utilizamos sus servicios en ocasiones anteriores. El día 2 salimos a desayunar, al regresar y prepararnos para el check out, no estaba una cadena de oro con un crucifijo y faltaban $2,000 que estaban resguardados en el bolsillo de un pantalón, buscamos moviendo cama y burós. Fuimos a la recepción y exigimos mirar sus cámaras. Casualmente el pasillo oscuro no permite ver las maniobras de su persona de mantenimiento que aparece ingresando en dos ocasiones a esa zona, y de la recamarera. Muy molestos exigimos hablar con el responsable del lugar pero deja todo en manos de la recepcionista. La recamarera llegó diciendo que "encontró" la cadena en dónde nosotros ya habíamos buscado, pero del dinero nada.
hay un ladradero de perros en la noche que no dejan dormir, las habitaciones muy frias y la luz muy tenue..deberia haber mas luz y mejor servicio para logarar un adecuado descanso...cerca del centro y de zonas turisticas
El hotel esta muy bien ubicado, a solo unas cuadras de la plaza principal, a 1 cuadra del museo del reloj, a unos minutos caminando de los murales y del mirador de la barranca. Las habitaciones son cómodas aunque el mobiliario si ya se ve algo viejo, aun así hay buena relación calidad - precio. El staff es amable, el único pero es que los dos días que estuvimos no nos pusieron toallas sino tuvimos que pedirlas en recepción, al parecer la camorrista lo olvidó, pero de ahi en fuera todo bien.
Nuestra experiencia fue muy buena, pues contamos con muy buen servicio y a pesar de que la habitación en la que nos quedamos (suite) tenía una cama muy dura, su amplitud y la facilidad de tener un pequeño comedor con un baño amplio con una regadera deliciosa, compensaron la dureza de la cama. Mi familia se alojó en una habitación doble y si bien era más pequeña, las camas eran muy cómodas. El restaurante sabroso y a precios razonables. Lo que más me agradó fue la ubicación, ya que de ahí casi puedes ir caminando a cualquiera de los sitios de visita obligada en el centro. Definitivamente regresaría, aunque ya no pediría suite. ¡Ja!
Me sorprendió gratamente éste hotel. Desde la entrada es agradable a la vista, la atención del personal es esmerada y amable. Las habitaciones, aunque algo frías, son acogedoras. El restaurante es de buena calidad y los alimentos son exquisitos. Único punto a observar: El estacionamiento pudiera ser mejor.
¿Es el propietario o administrador de este establecimiento? Solicite su perfil gratis para responder las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.
Solicitar su perfil