La Posada del Arquitecto nació en los años 90 cuando Mazunte era una playa agreste y deshabitada, no había carreteras para llegar. Al final de los años 80, Guido, el Arquitecto, que ya conocía esta parte de la costa Oaxaqueña, encontró un lugar increíble, Mazunte, perdido en el tiempo, se enamoró de esta playa deshabitada y decidió construir aquí una casa para sí mismo. Muchos amigos, de varias partes del mundo, querían conocer este lugar mágico y empezaron a pasar a visitarnos, creando así la necesidad de arreglar espacios habitables para ellos. Así, espontáneamente, comenzó la evolución de algunas palapas y casitas rústicas, construidas jugando con los principios de la bioarquitectura y con los materiales naturales de la región, descubriendo, adaptando y desarrollando las técnicas tradicionales de construcción de la zona. Un juego divertido y fascinante para un arquitecto.

En el 1997 el huracán Paulina ocasionó graves daños en esta parte de México, destruyendo también algunas partes de la Posada, que luego arreglamos y reconstruimos. Así fue como las primeras casitas se modificaron y se transformaron en estructuras más sólidas, seguras y cómodas, siempre con un estilo minimalista que aprovecha también los materiales naturales y vivos de la región. La colina salvaje que vio surgir las primeras rústicas palapas de la Posada hoy se ha convertido en un jardín.

La Posada del Arquitecto, con el paso de los años y la colaboración de viejos y nuevos amigos, se ha convertido en un lugar un poco menos espartano y mucho más confortable, sin perder el espíritu relajado de una gran casa abierta para los amigos.

Tratamos también de seguir respetando la naturaleza que nos rodea, por esta razón las cabañas son construidas en unión con los elementos naturales originales del lugar. Puedes encontrar árboles vivos y animalitos, te pedimos que los cuides y los respetes ambos.

La Posada del Arquitecto hoy, pone a disposición de todos los amigos-huéspedes un espacio polivalente, con clases de yoga, masajes, una impresionante vista de la bahía desde las cabañas, y Wi-Fi gratuito. Todo esto tan cerca de la playa que nunca se deja de escuchar el ruido del mar.

Esperamos que disfrutes tu estancia aquí con nosotros.