A la señorita de recepción (del día 28 diciembre, a las 18 h.) le falta don de gentes para un sitio tan especial. Ni a la entrada ni a la salida del circuito nos trató con un mínimo de amabilidad, fue más bien incorrecta.
Visitamos con frecuencia mi marido y yo este maravilloso hotel para desconectar y cuidarnos. En todo momento nos sentimos super bien cuidados, el personal es amable y atento, todos los servicios que proponen de calidad: restaurante, spa, masajes y actividades. El enclave insuperable. Es nuestro pequeño paraíso.
El hotel esta bien antiguo , pero las piscinas te lo compensan, El restaurante la comida buena PERO...el trato recibido por la "Srta Paula" te quita el buen sabor del comedor y todo fue por :el 1º día nos sirvió el desayuno y la verdad que lo encontramos un poco pobre pero...Al día siguiente otro camarero nos sirve el desayuno y nos trae mas comida le preguntamos si no se había equivocado y dice no , por que ustedes no están de dieta , ante eso nos lo comimos y al salir vemos a la tal Paula manifestándole que nos había traído el día anterior la mitad del desayuno(no bollería ni fruta) esperando una disculpa y su reacción fue todo lo contrario a partir de ese momento fue IGNORARNOS COMPLETAMENTE, cuando llegábamos para entrar si ella estaba en la puerta daba media vuelta y nos dejaba TIRADOS en la misma ,,, si tomaba nota de la petición... pasaba de nosotros , hasta que algún compañero nos atendía y venia a tomar nota, si terminábamos NO nos quitaba el plato y nos traía el resto, así que tardabas mucho mas entre plato y plato que cualquier comensal Con ese vacío nos perjudico los 8 dias que estuvimos en EL HOTEL TERMAS MARINAS EL PALASIET de 4 estrellas , una actitud que dice mucho . Asi que un 0 para ese personaje. Contratamos un paquete con bebida incluida agua y "otra consumición ", cual no fue nuestra sorpresa que nos quieren hacer abonar la" otra consumición" remitiéndonos a Recepción para aclarar los hechos y nos atienda Sta SARA , le mostramos donde figura la bebidas por escrito ..nos dice que lo tiene que preguntar, Estuvimos 2 comidas SIN SERVIRNOS LAS BEBIDAS PERTINENTES , nadie nos dice nada , así que vamos a recepción nuevamente y la" tal Sara "dice que si que tenemos "otra consumición "y manifiesto que lo podía haber dicho y así haberla tomado, y muy enfadada dice SI TAN MAL ESTAN AQUI SE PUEDEN MARCHAR YA, LO DIJO REITERADAS VECES...Quedándonos asombrados por la actitud de esta recepcionista que por SOLICITAR LO QUE TENIAMOS CONTRATADO Y QUE ABONAMOS ... NOS INVITO A IRNOS A VOZ EN GRITO .. Yo me pregunto a cuantos huéspedes les habrán dejado de suministrar servicios que estaban incluidos y que sin darse cuenta se les olvido de proporcionarlos. ASI QUE OS HE CONTADO MIS EXPERIENCIA EN ESTE HOTEL DE 4 ESTRELLAS, CADA UNO QUE VALORE ...…
El entorno y las vistas son especiales,las instalaciones limpias y bien conservadas, medidas covid 19 visibles y bien organizadas,personal amable y atento,la mayor pega la encontramos en la habitación,la cama estaba pegada a la puerta de entrada junto al recibidor y el ascensor ,colchón incómodo,poco firme,no había una segunda almohada o cojines ,resultado calidad del sueño baja,desayuno saludable y correcto..
Llevo 27 años acudiendo a este establecimiento que fundó el Dr. Farnós hace ya 50 años, al principio con mi madre, ahora con mi marido. He vivido el 25 aniversario, el 40 aniversario y este año, pese al Corona Virus, el 50 aniversario. He podido ver como el establecimiento, excelente siempre, ha ido mejorando, incorporando las novedades mas punteras en materia de tratamientos de balneoterapia, talasoterapia y belleza. Asimismo, viví la mejora de las instalaciones, antes más modestas, de la zona de la piscina de recorrido biomarino, y la agregación de una nueva ala al hotel. He notado también una mejora de la calidad de la cocina, siempre buena, excelente este año, que he escogido menú de dieta. Magníficos los servicios de masajes, puesta en forma, nutricionista, visita médica, tratamientos en general. Maravillosa la piscina infinita en la parte de la cafetería con espectaculares vistas sobre la playa, que se complementa con la piscina de abajo, más recogida. He vivido todos estos pequeños cambios que se han ido, y se siguen, incorporando. Pero lo que se agradece también es que no cambie la decoración, puesta con tan buen gusto y con tanto cuidado en el detalle por parte de los propietarios. Y se agradece que no cambie el personal, a quienes vamos reencontrando año tras año. Algunos se han jubilado es cierto, pero todavía se les puede ver de vez en cuando de visita en la terraza de la cafetería, prueba del ambiente familiar de este hotel. No nombro a nadie en particular, porque no quisiera olvidarme de nadie, pero incluyo a todas las personas desde recepción a cafetería, restaurante y balneario. Este año ha habido más jóvenes de camareros en la cafetería pues no todo el mundo se ha podido incorporar por tema de riesgo por Covid. Pero muy bien también por los nuevos, que han aprendido el estilo del hotel, cercano a la par que respetuoso. En cuanto al Protocolo Covid me ha parecido muy riguroso, con un sistema de señales verdes y rojas, y personal limpiando continuamente todos los espacios y mobiliario. No ha habido bufet de desayuno, ni sauna ni baño turco. Esperemos que todo pueda volver a la normalidad en un día no muy lejano. Entretanto, Felices 50, Palasiet! Y que sean muchos más. No suelo escribir muchas reseñas, pero si es justo decir que si hay un paraíso en la tierra, está en la Comunidad Valenciana y se llama Palasiet.…
¿Es el propietario o administrador de este establecimiento? Solicite su perfil gratis para responder las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.
Solicitar su perfil