Duluth, perfectamente ubicada en la zona más oeste del Lago Superior, ofrece a los visitantes la oportunidad de escapar del estrés de la vida diaria y disfrutar de la naturaleza. Puede escoger entre disfrutar de la zona sin prisas: visite uno de los 23 hermosos parques de la ciudad, conduzca tranquilamente a lo largo del pintoresco North Shore, observe a los pájaros desde Hawk Ridge o lance piedras al lago con los niños. O bien, siga un itinerario más estructurado: por la mañana visite el acuario, al mediodía coma en uno de los suntuosos restaurantes de la orilla del lago y dé un paseo por el famoso Sculpture Walk, y por la tarde visite el histórico Railroad Depot. Haga lo que haga, seguro que cuando se vaya de Duluth se sentirá más relajado y renovado.

La capital de El Salvador, San Salvador, es una moderna ciudad de anchos bulevares y estrechas calles, mercados al aire libre, edificios gubernamentales, altas torres, monumentos, una vida nocturna exuberante, museos y otras instituciones culturales. Y todo ello con el volcán San Salvador como telón de fondo. La ciudad está rodeada de barriadas así como de afluentes suburbios con restaurantes y grandes centros comerciales. Escenarios pacíficos, como el jardín botánico del Parque Cuscutlán, constituyen un descanso del ajetreado ritmo de la ciudad.

Rodeada por las Montañas Chugach, Anchorage es la ciudad más poblada de Alaska, desafiando las visiones populares de capas de hielo polar y tundra congelada. Es también más cálida de lo que piensas (una media de 18 grados en verano), haciendo que sea ideal para hacer visitas turísticas o cosas típicas de Alaska como ciclismo ártico o excusiones a los fiordos de Prince William Sound. En invierno puedes esquiar, ir en trineo con perros o incluso hacer ambas cosas simultáneamente, practicando el "skijoring", que es esquiar pero siendo arrastrado por un perro. Lo más aventurero como deporte de invierno es el biathlon.

Diez millones de personas habitan la vibrante, pasional y floreciente Bogotá. La energía de este centro metropolitano de Colombia se debe, en parte, a los cientos de lugares eclécticos y auténticos para ir a comer, fantásticos vinos y frecuentes festivales gastronómicos. Pregúntales a los lugareños adónde les gusta comer, después prueba las empanadas con ají cuando pasees por el centro histórico de La Candelaria o mientras vayas de compras por el lado norte de la ciudad.