El atractivo contraste entre lo viejo y lo nuevo y el rico pasado de la ciudad de Luxemburgo le han valido su reconocimiento como Patrimonio Mundial. Su presente está dominado por su posición como sede de varias y significativas instituciones europeas. Esta ciudad, que es lo suficientemente pequeña como para recorrerla a pie, ofrece un montón de atractivos, entre ellos el espectacular promontorio llamado Bock, los pasadizos subterráneos de Petrusse Casemates, el Palacio Gran Ducal y el Museo Nacional. Los numerosos bancos del bulevar Royal, que en tiempos fuera el foso de una fortaleza, evidencian la holgura de las arcas del ducado.

Ubicada cerca del límite entre Bélgica, Luxemburgo y Alemania, la ciudad ribereña de Metz es una ciudad nacida de múltiples influencias. Su elegante casco antiguo está esculpido en piedras color miel, mientras que la arquitectura de estilo alemán domina la colonia Quartier Impèrial. Además, la famosa escena gastronómica de la ciudad ofrece un menú intercultural.

Zona residencial de Frankfurt de unos 20.000 habitantes, situada al noroeste de la ciudad, Eschborn ofrece unas espléndidas vistas de las Montañas de Taunus que se elevan un poco más al fondo. Muchas de las grandes corporaciones han construido altos edificios en Eschborn que albergan sus delegaciones, incluyendo Deutsche Bank y Ernst and Young. La ciudad es muy accesible en el S-Bahn que parte de Frankfurt, y que llega a Altstadt y a la mayoría de sus antiguas zonas residenciales de interés turístico, incluido el Rathaus (Ayuntamiento), así como otros edificios históricos, muy próximos a la estación de Eschborn, en Hauptstrasse.

Lo más destacado de Lefkada son las mujeres: famosa por ser la cuna de la diosa griega Afrodita y el sitio donde se suicidó Safo, la famosa poetiza lesbiana de la que se dice que se arrojó desde los acantilados del Cabo de Lefkada. Para seguir con el tema de la mitología, no te pierdas hacer un tour en barco en la poderosa Odisea, una réplica colorida de un barco de guerra griego. Explora la antigua ciudad de Nirikos y metete en las cascadas de Nidri.

Belek, un núcleo turístico de la Riviera turca, es conocido por sus prístinas playas de arena blanca rodeadas de bosques de pinos. Los aficionados a la historia deberían planificar excursiones a las ruinas romanas de Perge y el anfiteatro de Aspendos. O, si prefieres jugar un rato al golf, tráete los palos, ya que hay unos campos excelentes en la zona.

Los viajeros en busca de cultura quedarán maravillados por el legado y la rica historia de Puerto Rico, desde la magia del Viejo San Juan hasta el arte popular y las fiestas de las localidades más alejadas. Puedes dar la vuelta completa a la isla en coche en un solo día, pero es más recomendable que te tomes tu tiempo. Encontrarás cafetales, ciudades coloniales, playas, bares y restaurantes esperando a ser descubiertos. El Viejo San Juan, con su célebre Castillo de San Felipe del Morro, es un inspirador lugar para pasear. Disfruta de la vida a un ritmo diferente practicando el senderismo por la selva tropical, o buceando y nadando en la laguna bioluminiscente de Vieques.