La segunda ciudad más grande de Suecia celebra las maravillas del mar y de la tierra. Aprende en el Museo de Cultura Mundial, sumérgete en el mercado de pescado Feskekôrka para probar algunos productos resbaladizos o endulza tus oídos yendo una noche a la Ópera de Gotemburgo. Los fanáticos del heavy metal, que prefieren algo más “pesado”, tienen suerte: todos los veranos, en Gotemburgo se lleva a cabo el Metaltown Festival, dos días para sacudir la cabeza hasta más no poder.

Subió a los altares cuando la reina Isabel II veraneó allá en 1845. San Sebastián, apodada “La Bella Easo”, es una hermosa ciudad costera situada en el Golfo de Vizcaya, cuya famosa playa “La Concha” ha ganado relevancia con el paso del tiempo. Rodeada de verdes montañas, San Sebastián tiene una oferta cultural, gastronómica y de ocio envidiable. Visita su casco viejo para descubrir su bonita arquitectura o ir de tapeo; el pasatiempo favorito de lugareños y visitantes.

La Playa de las Américas, cerca de la punta suroeste de Tenerife, es un lugar de veraneo bullicioso y animado, edificado en los años 60. Actualmente está lleno de restaurantes, bares y hoteles ingleses y de turistas del norte de Europa. La arena blanca de sus playas atraen a multitud de amantes del sol, mientras que, muy cerca, el Médano tiene mucha fama entre los amantes del windsurf. Entre sus principales atractivos encontramos la navegación, el golf y las cenas espectáculo, pero es la vida nocturna en el área de la Verónica lo que más atrae a los turistas jóvenes, que acuden en tropel a disfrutar de la fiesta día y noche.

 Cleveland, de espíritu intrépido y sofisticado, alberga el Salón de la Fama del Rock and Roll, que homenajea a las leyendas de este género musical, y un Museo de Arte donde puedes contemplar pinturas de Monet o de Picasso. Disfruta de una cocina merecedora de premios culinarios en edificios históricos, prueba cervezas artesanales en una fiesta junto a las riberas del lago Erie o los licores espirituosos que se destilan en la zona mientras ves un campeonato de béisbol. Todo ello, en Cleveland.

El histórico Charleston está repleto de encanto sureño y hospitalidad. La ciudad parece como si estuviera suspendida en el tiempo, gracias a su arquitectura de preguerra y los paisajes circundantes de plantaciones. Haz un “tour de los fantasmas” guiado para conocer los cementerios embrujados de Charleston y la vida (y muerte) de los piratas que aterrorizaron la ciudad y que, posteriormente, fueron ahorcados por eso. Disfruta de unas vistas increíbles del barrio Battery y el Barrio Francés, mientras paseas por el parque Waterfront, después, siéntete inspirado por la belleza cultivada de los jardines de Middleton Place.

Hace diez años, Des Moines casi se hunde, literalmente. La inundación de 1993 provocó daños importantes en el centro de la ciudad, así como en su economía. Pero una década da para mucho. Actualmente, la capital y centro cultural de Iowa se ha reactivado. Des Moines, un destino versátil que puede hacer disfrutar a todo el mundo, tiene un itinerario para casi todos los gustos. Los amantes de la cultura y el arte pueden deambular por el Centro de Arte de Des Moines, pasar el fin de semana visitando museos o asistir a una actuación equiparable a las de Broadway en el Centro Cívico. Los amantes del golf pueden dedicar su tiempo y energía golpeando la bola en cualquiera de los campos de la zona. El parque zoológico Blank Park Zoo y el parque de atracciones Iowa State Fairgrounds son ideales para las familias. Los más jardineros pueden saborear la fantástica flora del Centro Botánico y el jardín de Better Homes and Gardens Test Garden. Mezcle un poquito de cada cosa y descubra lo que esta "gran ciudad con corazón de pueblecito" le ofrece.

Escápate a Daytona Beach y descubre un destino que ofrece aventuras para todas las edades, ya sea que quieras pasear por los 37 km de playas de arenas blancas casi sin gente o descubrir algo nuevo en el muelle de la Main Street. Empieza tu día llenando tus pulmones del aire salado del mar con un tour de surf de remo o dando una vuelta en el famoso autódromo Daytona Beach International Speedway a toda velocidad. Luego, puedes conocer algo de la cultura local en el Riverfront Shops y en el fantástico Museo de las Artes y las Ciencias (MOEA).