Los londinenses llevan haciendo escapadas playeras a Brighton desde que llegó el ferrocarril a la zona, en 1841. La playa de guijarros, el salón de juegos del muelle y el Pabellón Real son las atracciones principales, pero también hallarás cientos de pubs y clubes para el público más vivaracho.

Conquistar Nueva York en una visita es imposible. Por eso, visita lo imperdible: el edificio Empire State, la Estatua de la Libertad, el Central Park, el Museo de Arte Metropolitano; y luego explora lo menos conocido con visitas a The Cloisters o a una de las bibliotecas de la ciudad. Disfruta de las tiendas bohemias del West Village o la fina gastronomía del Upper West Side. El bullicioso mercado de la estación Grand Central te da un sabor literal de lo mejor que la ciudad tiene para ofrecer.

Cat Island es simplemente maravilloso. En serio, no exageramos. Cuenta la leyenda que criaturas mágicas habitan las cavernas submarinas de Mermaid Hole y que los restos de Deveaux Mansion y Armbrister Plantation son impresionantes. Una excursión al monasterio de piedra Hermitage en Mount Alvernia, el punto más alto de las Bahamas, te regalará vistas panorámicas. Los amantes de la naturaleza, no se pueden perder el tour guiado de los diversos sistemas de embalses de la isla.