En el centro de Trois Vallees, la mayor zona de esquí del mundo, Meribel proporciona fácil acceso a todos los alrededores y a sus más de 643 Km. de pistas. Dentro del mismo Meribel, el Altiport es para principiantes, mientras que Saulire y Tougnète son de uso mixto, y Mont du Vallon presenta pistas largas, empinadas y de nivel avanzado con un precioso telón de fondo.

Verbier no es la ciudad con más encanto de suiza, pero los aficionados al esquí perdonan la fealdad de su arquitectura a cambio de sus magníficas laderas que atraen a deportistas de talla internacional. En el mes de marzo, en este lugar se celebra la competición de snowboard llamada Xtreme Freeride Snowboarding. Para los principiantes será difícil encontrar pistas adecuadas a su nivel, pero la variedad de pistas rojas y negras colmará los deseos de los esquiadores avanzados. El tiempo de espera es ahora menor gracias a las nuevas cabinas. Otras opciones para los que buscan emociones todavía más fuertes son el snowboard, el ala delta, el esquí con paracaídas, el heli-ski y el trineo.

A los pies de los Alpes suizos se encuentra Valais, "el Valle". Esta región de fábula es un destino turístico favorito durante todo el año, con magníficas posibilidades para el esquí durante el invierno y para el senderismo en verano. El monte Cervino, el puerto del Gran San Bernardo y Zermatt son las grandes atracciones turísticas del lugar. Pero en este cantón suizo encontrará también glaciares, lagos, rutas de montaña, iglesias-fortalezas y exclusivos complejos hoteleros. Visite la hospedería del Gran San Bernardo para ver los animales que ayudaban a los monjes en el rescate de viajeros o la Fundación Pierre Gianadda, ruinas romanas donde hoy en día se exhibe arte moderno.

Rodeada de estaciones de esquí y parques forestales, sea cual sea la temporada hay un deporte que se puede practicar en Grenoble, la autoproclamada capital de los Alpes. Los amantes de la cultura tendrán muchos sitios que visitar en el centro de la ciudad universitaria, donde las galerías de arte y los museos rodean las orillas del río Isère.

Enclavada en un lugar privilegiado, en la frontera entre Francia y Suiza, Evian, con sus aguas medicinales de fama internacional, atrae a visitantes del mundo entero preocupados por su salud. Es el complejo-balneario más célebre de Francia, famoso por sus tratamientos de hidroterapia que mejoran las enfermedades digestivas y metabólicas.

Con medio millón de personas, Núremberg es la segunda ciudad más grande de Bavaria. Aunque su historia data del siglo XI, Núremberg está, la mayoría de las veces, ligada al siglo XX (específicamente a la Segunda Guerra Mundial). Primero fue la sede de muchas reuniones del partido Nazi antes de la guerra, luego fue casi destruida durante el bombardeo de los Aliados y finalmente fue el sitio donde se realizaron los famosos Juicios de Núremberg posteriores a la guerra. La ciudad tiene mucho que ofrecerles a los visitantes actuales, incluido el reconstruido castillo de Núremberg y el mundialmente famoso pan de jengibre en Hauptmarkt. A Hansel y Gretel les hubiese encantado este lugar.

La segunda ciudad más grande de Suecia celebra las maravillas del mar y de la tierra. Aprende en el Museo de Cultura Mundial, sumérgete en el mercado de pescado Feskekôrka para probar algunos productos resbaladizos o endulza tus oídos yendo una noche a la Ópera de Gotemburgo. Los fanáticos del heavy metal, que prefieren algo más “pesado”, tienen suerte: todos los veranos, en Gotemburgo se lleva a cabo el Metaltown Festival, dos días para sacudir la cabeza hasta más no poder.

El pequeño pueblito de Oludeniz es bañado por las aguas de un precioso tono azul. El color zafiro se mezcla con la espuma verde en la costa, donde kilómetros de arena blanca están salpicados de despreocupados amantes del sol. El paisaje es aún más grandioso desde arriba: Oludeniz es famoso por ser uno de los lugares más populares para hacer parapente.

Una ciudad tallada literalmente en roca volcánica, Goreme es la puerta al Parque Nacional de Goreme, un gran Patrimonio mundial declarado por la UNESCO que alberga espectaculares iglesias rupestres del siglo X y XI. El parque en sí es famoso por sus formaciones rocosas con forma de chimenea y es muy popular entre los mochileros. También es un lugar excelente para probar la gastronomía turca.

Limburgo, que adopta su nombre del medieval Ducado de Limburg (ahora dividido entre Holanda, Bélgica y Alemania y el lugar de origen del famoso queso Limburger), es la región más al sur de los Países Bajos. Muchas de las mejores atracciones de la zona están concentradas en la capital Maastricht, pero otros importantes sitios que ver son: las ruinas del castillo Valkenburg del siglo XII, el castillo Eijsden del siglo XVII, el Glaspaleis (construido al lado de una iglesia medieval en Heerlen) del siglo XX y el parque nacional De Meinweg.

Situada en la costa este de Sicilia, Catania ha sido la joya de una sucesión de imperios a lo largo de los siglos; desde los griegos a los romanos, pasando por los árabes, normandos y españoles, por nombrar solo algunos. Pero más devastadora que los invasores ha resultado la geografía de la ciudad: se encuentra al pie del monte Etna, el mayor volcán y el más activo de Europa, que destruyó totalmente la ciudad por los terremotos y la lava en 1693. Después se reconstruyó en el estilo barroco (con el uso creativo de lava) por el que es famosa hoy en día.