Nos gustó tanto que repetimos al día siguiente, y si volvemos por la zona no dudaremos en ir de nuevo.
Precio asequible, buenísima calidad y muy buen trato.
El camarero nos recomendó un vino blanco muy rico.
Comimos percebes a 37 euros el kilo, riquísimos....Una cazuela que lleva langostinos tigre y almejas (la pedimos los dos días) 22 euros, estaba increíble, pedimos más pan para la salsa.
Y los pescados a la brasa espectaculares.
Los postres caseros.
Solo de pensarlo me dan ganas de volver.Más