La atmósfera de independencia que pervive en el East Village propicia la existencia de gran cantidad de tiendas muy personales que abastecen tanto a los neoyorquinos de siempre como a los estudiantes universitarios de la zona. El East Village mantiene un poco del antiguo sentido de barrio con su mezcla de comercios pequeños, acogedores restaurantes y animados bares. El tamaño de los edificios residenciales convierte la zona en un lugar fantástico para pasear por sus calles en busca de la nueva tienda de moda o de un popular comercio de toda la vida. En el centro del barrio, el parque Tompkins Square sirve de punto de encuentro a los neoyorquinos que consideran el East Village su hogar. Resulta difícil encontrar un lugar mejor para disfrutar del pasatiempo de observar a los transeúntes.