Son una excelente aerolínea, definitivamente son Top. Absolutamente todo estuvo bien. Nos recibieron con cobijas, almohadas y audífonos para el vuelo (+10h), con múltiples opciones de alimentación (incluidas opciones vegetarianas). Los asistentes de vuelo son super amables y muy preocupados por su bienestar. En vuelos largos, apagan las luces y cierran ventanas para que la gente pueda dormir. Existe una opcón de open bar para auto servicio si alguien lo requiere. Los asientos son muy cómodos y tienen muchas opciones de entretenimiento a bordo (música, juegos, películas, series, carga de dispositivos). Para los niños, pude ver que les ofrecen opciones diferenciadas de comidas y entretenimiento. En fin, me parecen una opción excelente, la mejor en la que he volado.
Como punto de mejora, la puntualidad... salieron tarde en los 4 vuelos que tomé, aunque no fueron demoras muy largas y llegaron a tiempo al destino.

Es una excelente compañía aérea, mantiene unos ciertos niveles clásicos, mucho mejor que otras compañías de "bandera" y por otro lado muchísimo mejor que las low cost. Su precio por supuesto es más elevado, pero hay una gran amabilidad del personal y tiene unas buenas conexiones para muchos paises europeos y extra europeos.

Seleccionas el billete Standard i no el Light para asegurar tu equipaje de mano (maleta de 10kg) pagando más, y después de pagar y obtener el boarding pass, en este te sale en letra pequeña que aunque hayas pagado más por el equipaje de mano, no te aseguran poder llevarla en cabina. Al momento de embarcar eligen al azar a quien se le llevan la maleta y a quien no sin importar la tarifa que compraron, Un cliente menos.

Contraté el vuelo con KLM de Sevilla a Singapur, pero los vuelos de ida fueron ambos con Air France y 2 de los tres de regreso también. A pesar de que soy una viajera frecuente y que ya he hecho varios vuelos de larga distancia (el último a Estados Unidos con British Airways), en la vida lo he pasado peor que en el trayecto de Paris a Singapur con Aire France en clase turista. En un vuelo que dura básicamente de 12 a 13 horas, meten a las personas como animales. En el estrecho espacio apenas te podías mover. Yo soy rellenita y se me clavaban los apoyabrazos en las caderas, pero incluso mi hija de 16 años que es una talla S apenas se podía mover, en especial cuando las personas delante tuya echaban el respaldo hacia atrás y quedaba una cuarta entre tú y el asiento delantero. Lo malo es que eso ni siquiera fue lo peor, sino lo fino que era el acolchado de los respaldos. Cualquiera diría que para un vuelo de tantísimas horas, intentarían que los viajeros fueran mínimamente cómodos, pero no. He tenido sillones en vuelos low cost de corto recorrido, que eran muchísimo más cómodos y jamás me ha dolido el trasero y la espalda después de una sola hora de vuelo. Fueron doce horas de tortura y prácticamente tuve ganas de llorar de solo pensar en que me faltaba volver a pasar por ello a mi regreso. Por desgracia, la vuelta fue la misma tortura. Lo más gracioso fue que el horario de los vuelos nos pareció muy bueno (básicamente viajabas de noche), pero si somos sinceros, creo que lo tenían estudiado. A la hora de despegar apagaban las luces, con lo cuál la gente no podía moverse de los asientos, por más que ya no aguantaran en sus asientos. ¿Fue eso lo único malo? Ni de casualidad. En el vuelo de ida apenas llegamos a coger el avión porque teníamos poco más de una hora para cambiar de terminales y pasar por una aduana en la que podía haber muy bien una cola de doscientas personas. Para la vuelta fue incluso peor, tuvimos tres cuartos de hora para correr sudando de una punta del aeropuerto a la otra, pasando por la aduana (de nuevo con una cola gigantesca), gente llorando porque pensaban que iban a perder su vuelo y sin tiempo siquiera de poder pasarte por un aseo después de un vuelo de casi trece horas.

Después de volar regularmente con aerolíneas low cost como Ryanair o Vueling, se agradece cuando vuelas con una compañía tradicional, tanto por el servicio a bordo como por el centro de atención al cliente, ya que a pesar de haber tenido un pequeño incidente, lo han resuelto sin problema.
Volando Barcelona-París-Nairobi, decidimos en el último momento hacer un upgrade a Business para el vuelo París-Nairobi. Al ir a hacer el check-in, debido a un problema informático, sólo les constaba el pago de uno de los 2 pasajeros, por los que nos hicieron volver a pagar el upgrade del otro pasajero.
Decir que el vuelo en Business fue maravilloso, tanto en la comodidad como en la atención y la comida.
A la vuelta hicimos la reclamación, inicialmente desde Paypal, los cuales, por mucho de que digan que te aseguran estas cosas, se lavaron las manos, a pesar de mostrarles todas pruebas del cargo duplicado. Sin embargo, contactando desde el whatsapp de atención al cliente de Air France, nos dieron todas las facilidades para cómo teníamos que hacer la reclamación y han hecho la devolución en un plazo más que razonable, simplemente presentando la documentación lógica que nos han pedido, sin marearnos ni tener que terminar contactando con oficinas del consumidor o con denuncias, como ocurre con otras compañías.