Pasamos sólo una noche aquí porque estábamos haciendo la ruta Puuc y la de los Conventos. La atención fue excelente. La Sra. Amanda es muy amable y hospitalaria. No incluye desayuno la tarifa, sin embargo, tuvo la galantería de ofrecernos uno, con todo y que partíamos a temprana hora, a las 7:30 ya teníamos la mesa puesta con café, pan dulce y fruta, acompañado de una charla amena por parte de nuestra excelente anfitriona. El hotel tiene éste aire rústico y selvático, pareciera que te adentras en un ambiente lejano a toda civilización y la verdad es que estás a sólo un par de cuadras del centro. Tiene una alberca que parece muy agradable, no nos bañamos porque llevábamos un itinerario muy restringido en tiempo, pero apetecía bastante darse un chapuzón. Cuenta con estacionamiento propio. Pasamos una noche tranquila y sin duda lo recomiendo y volvería a hospedarme allí. Muchas gracias por todo Sra. Amanda!