En noviembre tuve oportunidad de visitar a Romi, un viejo amigo de la niñez que tuvo la excelente idea de convertir nuestro gran patio de juegos en una hermosa posada. Todo aquel espacio lleno de árboles, flores, pájaros y un gran estanque donde pasamos tantos años felices es ahora un bello lugar para descanso de aquellos turistas que buscan un lugar apacible y tranquilo para pernoctar y conocer esta hermosa región de Yucatán México.
Además del típico pueblo yucateco con su mercado, iglesia y su gente, está a una hora de grandes sitios arqueológicos como Uxmal, Kabá, Labná y Sayil.
Y para buena fortuna de los huéspedes todas las mañanas Romi y su apreciable madre Dña Amanda sirven un magnífico café acompañado,de frutas de la región.
En buen Romi sigue siendo la misma persona abierta y amable que gustosamente agasaja a todos además del café con una buena plática e información de todo lo necesario al turista. Y si tiene tiempo te acompañará a algún recorrido para asegurarse que la pases bien.
No dudes en hospedarte aquí, las habitaciones son espaciosas, limpias y bien ventiladas y a un precio muy razonable