El hotel se encuentra en una zona de Veracruz no tan turísitca, el hotel ofrece un tipo de hospedaje diferente.
Hospedaje:
Nos hospedamos en una cabaña ecológica mi esposo, mi hija de dos años y yo. Al entrar al hotel los celulares se quedan sin red y no hay wifi en las habitaciones; las cabañas tampoco tienen televisión por lo cual todo es en extremo "tranquilo", pero justamente eso te obliga a descansar. La cama súper suave. En contra tengo dos cosas: uno, que el baño no tiene tapetitos ni nada y el piso al mojarse se vuelve suuuuper resbaloso, mi hija se cayó dos veces. Y dos, cuando llamé pregunté por cunas, si podía apartar una con antelación, me dijeron que no era necesario, que al llegar, y su costo era de $300 toda la estancia, sin embargo al llegar nos dijeron que ya no había disponibles, lo cual la verdad sí me molestó. El último día de estancia nos ofrecieron una que se desocupó y no la aceptamos, además de que pretendían cobrarnos $150, creo que debió ser una cortesía dado que nos dejaron sin cuna...
La comida:
Se come riquísimo. Todo es a la carta, en el desayuno te gastas en promedio unos $150 por persona, en la comida unos 250-300. Todo maravilloso, los mojitos riquísimos, la atención excelente.
Alberca y playa:
La alberca está limpia, climatizada y tiene un chapoteadero que es perfecto para niños pequeños. La playa preciosa, totalmente sola para los huéspedes del hotel, tranquila, arena suave y mar calmadísimo para nadar.
En general está excelente. No les pongo las cinco estrellas por el detalle de la cuna, por lo demás muy bien. Esperamos volver pronto.