Despues de revisar varios hoteles en la zona decidí hospedarme en Taboga puesto que tenían muy buenas críticas y la experiencia fue todavía mejor.
Creo que es importante iniciar señalando que el Taboga es un hotel ubicado en una zona con muy poco desarrollo de infraestructura, es decir, no esperes ir a un lugar con mega desarrollos y servicios turísticos. Por ejemplo, solo tienen cuatro lugares "techados" para auto, la señal de wi fi es variable dependiendo la hora y el lugar del hotel donde te encuentres y la señal telefónica tambien es complicada y por lo mismo es muy normal que les falle el sistema para hacer cargos a tarjeta de crédito, por lo que recomiendo llevar buena cantidad de efectivo porque no hay cajeros próximos.
Dicho lo anterior, el Taboga cumple con la expectativa de un excelente hotel en Costa Esmeralda, tiene solo 10 habitaciones con lo básico, yo me quede en la 10 que me parece que es la mas apropiada para un viaje en pareja, buen aire acondicionado, cama queen, una pantalla que jamas prendí, tina en el baño y una terraza de madera afuera de la habitación. Esta prohibido fumar en las habitaciones y terrazas, pero fuera de eso puedes fumar basicamente en cualquier espacio al aire libre.
En general el hotel es austero pero bien logrado y te da la sensación de estar en una villa en medio de la selva, muy limpio y sus instalaciones se encuentran en buenas condiciones. Efectivamente sí hay gatos pero no son gran problema puesto que rara vez andan en los alrededores de las habitaciones o por lo menos yo solo una vez tuve que tomar a un cachorro que andaba por ahi merodeando mi cena. También tienen una pastor alemán bastante tranquila y en esta ocasion que fui tenían un visitante canino que llegaba por la mañana y se iba en la noche, un perrito playero bastante amigable, pero son cosas que deben tomar en cuenta si no les gustan los animales.
El staff del hotel esta conformado, en general, por gente muy joven, muy amables y con mucha actitud de servicio, relajado y sin mayores formalismos, y fueron muy complacientes en nuestras solicitudes, por ejemplo, el dia de llegada pedimos una fogata en la playa sin saber que se tiene que pedir antes de las 7pm, sin embargo, el chico que nos atendió nos dijo que no habia problema y la puso. Todas las noches pedimos que nos pusieran la cena en la terraza a determinada hora y nunca tuvimos ningun pero, ni inconveniente.
La comida en Taboga es una carta pequeña pero bien trabajada y evidentemente enfocada a la comida de mar con opciones de pescado, mariscos, pastas, cocteles, antojitos y algunos platos básicos de carne o pollo y todo preparado con muy buen sazon sin exceder picantes ni especias. Otro punto a tomar en cuenta es que el restaurante y el bar funcionan en horarios de acuerdo a los días de la semana y cantidad de huespedes, por lo que si van les recomiendo pedir con anticipación sus comidas o cenas. Los desayunos son una delicia.
El servicio de bar es muy bueno aunque algo limitado en cuanto a variedad y con precios bastante adecuados que justifican el que no te permitan ingresar con bebidas o alimentos ajenos al hotel e igualmente el staff siempre esta dispuesto a llevártelas a donde tu las pidas, a veces tardan un poco en llevartelos pero pronto te das cuenta que no es que se les olvide o que tengan flojera sino que por momentos son sobrepasados en cosas que atender. Alguna noche teníamos la intención de ir a cenar al restaurante del Hotel Azucar y preguntamos al staff del Taboga y con toda disposición hablaron a su competencia para ver la posibilidad de hacer una reservación pero les dijeron que los fines de semana el restaurante sólo esta disponible para los huespedes del Azúcar, cosa que después comprobamos por que pasamos a preguntar.
La playa en la que se encuentra no tiene mayores servicios mas que algunas carpas del mismo hotel, fuera de eso no encontrarás vendedores ni exceso de bañistas; perfecta para relajarse totalmente. El mar tiene un oleaje de fuerte a moderado y con algo de resaca y no hay vigilancia o salvavidas, pero puedes caminar bastante hacia adentro y te mantienes a una profunidad baja con algunas irregularidades, el agua es muy limpia y clara y se disfruta mucho meterse pero siempre con precaución.
El ambiente de Taboga es principalmente familiar, relajado y nada pretencioso. La pasamos tan bien que haciendo el checkout empezamos a considerar regresar en unos meses mas adelante. Totalmente recomendable siempre y cuando tomes en cuenta que no tendrás un servicio ni infraestructura tipo "hotel de cadena", lo cual es bueno porque lo compensas con mucha amabilidad y disponibilidad.
En resumen fue una excelente estancia y que gracias a su staff cumplió con la finalidad de descanso y relajación.