Mi estancia en Bahia Principe La Romana fue excepcional, destacada por su increíble gastronomía y el servicio sobresaliente de su personal. Luis, con sus omelets incomparables, y Ramón Reyes, cuya energía y sonrisa constantes marcaron la diferencia, son solo algunos de los miembros del equipo que hicieron mi visita inolvidable.
A pesar de un pequeño malentendido con un salvavidas sobre el horario de la piscina, la dedicación del personal a la satisfacción del huésped fue evidente. Aunque echo de menos una mayor alegría general entre el personal, comparada con visitas anteriores, el compromiso por ofrecer una experiencia excepcional es claro.
El área de la playa, aunque hermosa, podría beneficiarse de mejoras para hacer el agua más clara y reducir el lodo. Sería maravilloso ver cómo este espacio se perfecciona aún más.
Bahia Principe La Romana es más que un resort; es un lugar donde la excelente comida, el personal admirable y el encanto del Caribe se unen para crear memorias inolvidables. Estoy ansioso por regresar y experimentar cómo continúa evolucionando este magnífico destino.