Nos quedamos 7 días en este hermoso hotel, en la semana de Navidad. Creo que hay que evaluarlo sin olvidarse del lugar en el que se encuentra. Es caro, pero todo es así en la isla. Nos tocó la cabaña 2, pero como llegamos temprano por la mañana y no estaba lista, nos prestaron la 1 para descansar y bañarnos. La atención fue muy buena, la gente de la recepción es muy atenta y se encargan de conseguirte auto, excursiones, espectáculos. Las habitaciones son rústicas, con piso de cemento alisado y un ventanal que da a un parque con vista al mar. El baño tiene una ducha con una ventana en el techo. No tiene frigobar ni aire acondicionado, solo ventilador de techo y también en la mesa de luz. Tiene Wi-Fi solo en la zona de la recepción. Se come bien en el restaurante (U$S 50 aprox.) Tiene una pileta pequeña, redonda, que no usé. Al pueblo se puede llegar caminando por la costa en 30 minutos, es un paseo muy lindo, pasando por varios Ahus, uno es el Tahai que es famoso por su atardecer, pero para moverse en la isla hay que alquilar un auto. Desde el restaurante del hotel ya se ve un moai sobre la costa. En síntesis, es caro, pero es la Isla de Pascua. ¿Volvería? Si!!!Más
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis