Siempre recordaremos la agradable estancia en Hunter’s Country House, en Plettenberg Bay
Hemos viajado muchísimo, y pernoctado en hoteles de todo tipo. También en hoteles de cinco estrellas.
Pero Hunter House fue una indescriptible sorpresa. Ha sido, sin duda, el mejor hotel de nuestra vida.
Situado dentro del bosque, cuenta con amplios espacios ajardinados. La recepción se encuentra en un edificio principal, donde hay servicios como comedor, salas de estar y otros.
Es una antigua granja reconvertida en hotel al estilo de pabellón de caza inglés.
Una vez nos enseñaron con detalle y exquisita amabilidad, este edificio y algo de alrededor, nos dieron la llave para nuestra casita con techo de paja.
La habitación era espectacular, una cama con dosel, una chimenea que podíamos pedir nos encendieran si lo deseábamos, escritorio, zona de estar con sofás, terraza y un baño precioso: bañera estilo antiguo, con patas, muebles de madera tallada, todos los complementos de aseo, incluidas sales de baño en una cajita de piedra tallada, y una ducha acristalada por la parte superior, donde se veían los árboles.
Curiosear por la biblioteca, después de tomar un jerez, cortesía de la casa, una buena cena gourmet en el elegante comedor, donde en su parte abuhardillada reposaban instrumentos musicales sobre unas sillas, pasear por sus cuidadísimos jardines… o descansar en un mullido sofá de sus varias salas, hojeando un libro de imágenes o disfrutando el wifi. Y miraras donde miraras bellos muebles,...Siempre recordaremos la agradable estancia en Hunter’s Country House, en Plettenberg Bay
Hemos viajado muchísimo, y pernoctado en hoteles de todo tipo. También en hoteles de cinco estrellas.
Pero Hunter House fue una indescriptible sorpresa. Ha sido, sin duda, el mejor hotel de nuestra vida.
Situado dentro del bosque, cuenta con amplios espacios ajardinados. La recepción se encuentra en un edificio principal, donde hay servicios como comedor, salas de estar y otros.
Es una antigua granja reconvertida en hotel al estilo de pabellón de caza inglés.
Una vez nos enseñaron con detalle y exquisita amabilidad, este edificio y algo de alrededor, nos dieron la llave para nuestra casita con techo de paja.
La habitación era espectacular, una cama con dosel, una chimenea que podíamos pedir nos encendieran si lo deseábamos, escritorio, zona de estar con sofás, terraza y un baño precioso: bañera estilo antiguo, con patas, muebles de madera tallada, todos los complementos de aseo, incluidas sales de baño en una cajita de piedra tallada, y una ducha acristalada por la parte superior, donde se veían los árboles.
Curiosear por la biblioteca, después de tomar un jerez, cortesía de la casa, una buena cena gourmet en el elegante comedor, donde en su parte abuhardillada reposaban instrumentos musicales sobre unas sillas, pasear por sus cuidadísimos jardines… o descansar en un mullido sofá de sus varias salas, hojeando un libro de imágenes o disfrutando el wifi. Y miraras donde miraras bellos muebles, estanterías talladas, rincones decorados con mimo.
Adentrarse en el bosque y encontrarse con antílopes o con ibis… degustar un magnífico buffet en el desayuno, y no ir a la piscina, porque hacía fresquito, pero hermosa piscina la tiene.
Con una atención exquisita a cada uno de nosotros. Y al anochecer unos dulces sobre la cama junto con un rollo de papel atado con un lazo, que contiene pensamientos positivos.
Y el último día levantarse muy de madrugada para tener tiempo de explorar algo más de tan grande que es, y encontrarse con “La capilla en el bosque”, rústica y sencilla, y acristalada para integrarse con la naturaleza..
Y aún al despedirnos, nos obsequiaron con un refrigerio para el viaje.
Este cinco estrellas se merece una o dos más. Gracias por hacernos tan grata nuestra estancia.Más
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