La habitación no demasiado limpia pero es amplia,moscas por el suelo, camas cómodas. Los mandos a distancia de la TVs no se limpian desde 1914. El váter no tiene una separación física en la habitación salvo por un cristal corredero que no aisla y además se abre solo.Por lo tanto los olores te llegan si o si. El desayuno es lo mas lamentable que he vivido en la vida en un hotel. Fruta podrida, croasanes aplastados, zumos con sabor a agua,café horroroso, cubiertos mojados alguno con restos de comida, platos mojados, bandejas mojadas, moscas revoloteando por el embutido... un horror. Todo unido a la impagable experiencia de tomar una tostada mientras contemplas a los perros ( si, comes con ellos, pet friendly lo llaman) oliéndose los anos y ladrando con el sonido amplificado de estar entre cuatro paredes sumado a las arcadas de mi hijo cuando toma un cacho de manzana que sabe Dios cuanto tiempo tenían en el cesto. Le compraré fruta en el Mercadona de al lado.