El hotel según llegas ya ves que lo que te ponen en las páginas para que vayas es publicidad engañosa. Las habitaciones huelen a rancio, todas las paredes descorchar y con el papel levantado, en la nuestra había en un lateral como si se hubiera arrollado agua por la pared, la limpieza deja mucho que desear, la ducha era amarilla y te dejan una toalla en el suelo de la ducha abriendo la puerta, muy higiénico no lo veo. La cama cómoda eso sí, fué lo mejor. Pero el desayuno era para llorar, había 4 cosas. El pan era de hace 2 semanas y los curasanes todos aplastados y con un color raro. Definitivamente yo no volvería a este hotel. La foto que pongo se supone que eso es un curasan.