Teníamos que celebrar y decidimos darnos un capricho en el NOBU Ibizabay, aprovechando el buen tiempo veraniego que se predecía. Un acierto total. Desde el primer momento en que llegamos fue fantástica la acogida por el propio director Raúl, que estuvo pendiente de nosotros durante toda la estancia y por supuesto el resto del personal, muy bueno el servicio en la recogida y entrega de vehículos que se echa en falta en tantos hoteles de lujo.Los detalles en la habitación es otra cosa que nos ha encantado, como se ve en las fotos. Y ver amanecer desde la cama es una maravilla.Los desayunos son completísimos y no falta una riquísima repostería. Lo dicho, muy recomendable.