Hace unos días estuvimos en la Casona de San Pantaleón mi esposa y yo, celebrando nuestro 25 aniversario de boda. Sólo podemos tener comentarios positivos, tanto de la casona como de sus propietarios, Rosa y Chema. De entrada, y como estábamos de celebración, tuvieron el bonito detalle de dejarnos un delicioso regalo en la habitación. Una vez acomodados, Rosa nos sugirió distintos lugares interesantes a visitar; seguimos sus recomendaciones y la verdad es que disfrutamos de algunos de los numerosos y excelentes rincones que nos ofrece Cantabria.
La casona es un lugar acogedor, arrullada por el murmullo de los dos ríos que la flanquean. La habitación era amplia ,con una cama espectacularmente grande, y en las zonas comunes encontramos un pequeño salón, con una música y luz de ambiente que invitaba a una sosegada charla. Junto a este salón había un receptáculo donde poderte servir un café, una bebida y algo para picar, abonando lo que cada uno consumiese. Un ambiente de paz y tranquilidad envuelve toda la casona.
El desayuno, espectacular, buenísimo, casero y abundante y la amabilidad de quien nos lo servía, acorde con la de los dueños del establecimiento.
El último día disfrutamos de una sesión de spa donde, tras el paso por las saunas y el jacuzzi, pudimos relajarnos en unas tumbonas degustando unas refrescantes limonadas.
Un lugar muy recomendable para alojarse.
Muchas gracias Rosa y Chema por contribuir, con vuestra casa y atención, a guardar de nuestro viaje un recuerdo maravilloso.