Viajamos en el mes de enero y solo buscábamos un lugar donde poder descansar sin tener que continuar el viaje después de un vuelo en avión.Encontramos este hotel,más bien cerquita del aeropuerto y para allá nos fuimos.
En recepción,a pesar de la hora tan tarde en la que llegamos,se portaron muy bien.Dejamos las maletas allí y nos tuvimos que desplazar en busca de un lugar donde poder cenar algo,eso sí que fue una odisea porque al no conocer resulta más complicado y en recepción tampoco nos pudieron ayudar mucho diciendo los locales que podrían estar abiertos o los que no.
En fin,cuando ya regresamos al hotel nos encontramos una habitación triple,muy sencillita pero acogedora,compuesta por tres camas individuales,dos mesitas,una armario empotrado y una pequeña televisión.El baño,completo, con toallas, y con una gran ventana sobre la zona de la bañera.
Todo muy limpio.
El desayuno,incluido en nuestra reserva,constaba de un café o infusión,zumo,algo de bollería,fiambre,tostadas,pan y fruta.
Pudiera ser que en el mes en el que fuimos tuvieran poca gente alojada en el hotel,porque apenas se sentía ruido y desayunamos solo nosotros.
Tienen aparcamiento gratuito fuera del hotel justo frente a la entrada.