El servicio un diez, atentos entodo, la comida ESPECTACULAR y MUY CURRADA la carta. Los platos son "originales" des los entrantes, los primeros platos y no vamos a dejar a un lado los postres, en fin que se disfruta con todo desde que llegas hasta que te vas, un diez.
Muchísimas gracias!!
Es un sitio sorprendente, es pequeñito en un enclave excepcional, no parece gran cosa pero se come increíblemente bien desde unas rabas hasta el postre y cuidando mucho el detalle y la presentación y encima en un ambiente muy muy cordial, que más se puede pedir!!!
Cena con reserva en El Hotelito: Croquetas de talo, verduras en tempura, ensalada de burrata, cochinillo 65º y solomillos con foie, de postres hongo silvestre, esfera de chocolate y tarta de queso. Laverdaque estaba todo muy bueno, producto fresco, buena presencia, con su estilo propio. De lo que es la cena en sí, ninguna queja. De la atención de Alex cuando llegamos, un pequeño tirón de orejas. Pensó que íbamos a tomar algo solamente y casi nos echa del local “porque tenían prisa”, hasta que le dijimos que teníamos reserva. Un poco de tacto!! Aparte de algún otro pequeño detalle que observamos pero que me reservo. Un saludo.
El restaurante es un local coqueto con historia al borde de la ría de Plentzia, se puede comer en la ante-terraza . Capitaneado por un personal un tanto desaliñado y de humor variable pero donde sorprendentemente se come de fábula . El tamaño de la vajilla contrasta bastante con el tamaño de las viandas ( son como pequeñas tapas, la mayoría), pero estas últimas están muy bien elaboradas , sorprenden en la puesta en escena y te dejan con muy buen sabor de boca. Dominan la técnica del trampantojo.La presentacion y puesta en escena es muy buena.
El precio es acorde a lo que ya estamos acostumbrados a desembolsar en la zona pero la relación cantidad/ precio ( que no calidad/precio) considero que es regular. La jarra de agua no se cobra, al menos. No hay menú del día , los productos son los de la carta y a veces algo fuera de ella que te ofrecen sobre la marcha.
Levanta curiosidad y anima a seguir probando más elaboraciones.
Nos pareció un poco caro para lo que comimos por ese precio hay opciones mucho mejores.
Si bien es cierto que estaba todo muy bueno.
Abusan un poco de los rebozados que a veces enmascaran un poco el sabor real del producto.
Las presentaciones son muy originales y el servicio bastante rápido en ocasiones se solapan platos.
Resumiendo buen restaurante a un precio elevado.
